25/8/13

TURISTICAS: MEDIEVALES 90 MM



De Zamora y en la resina plástica tan frecuente hoy en día para las piezas turísticas, vinieron estos guerreros medievales y caballero templario. Vinieron  de la mano de nuestros buenos amigos Josefina y Luisma, con quienes compartimos muy gratos momentos.
Preciosa ciudad medieval, Zamora, llena de Historia- con mayúsculas- una joya de la que todos debiéramos disfrutar con mas frecuencia.
Gracias amigos, por ese minuto mágico y haberos acordado.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muchas gracias Juancar, por hacernos partícipes de tu excepcional y muy bien ejecutada colección de soldados y demás, donde muestra con gran maestría, un conocimiento inigualable de historia, que nos enriquece a todos.
Zamora, como todos sabemos, no se conquistó en una hora y desde luego, necesita más de un día, e incluso me atrevería a decir, de una semana para conocer y descubrir todos sus encantos. Que van desde lo cultural y arquitectónico, hasta los grandes placeres de la gula, como son su gastronomía, con sus vinos y viandas. Sin olvidarnos, de los que somos religiosos, que es de obligado cumplimiento el asistir/disfrutar de su Semana Santa, aunque tengamos que ir bien abrigados, pues al ser un clima continental, hace un frio del carajo.
Como todos sabemos, España contiene las mayores joyas culturales, históricas y ricas en belleza y armonía, que junto con sus gentes y gastronomía, completan lo que cual mortal pudiera desear en esta vida. Zamora es una de esas joyas, siendo una acrópolis asentada en un lugar estratégico, para dominar el río Duero, al parecer por un pueblo hispánico prerromano denominado “Vacceo” que se encontraba extendido por ambos lados del Duero.
Más tarde fue conquistada por romanos, visigodos y musulmanes, pero tras la batalla de Calatañazor, fue conquistada por los cristianos, siendo el Rey Fernando I, quién la reconstruyó y repobló, llamándola “Zamora la bien cercada”. La dejó en su testamento a su hija Doña Urraca que pasaría a ser reina de la ciudad. En el año 1072, su hermano Sancho II quiso arrebatársela sin llegar a conseguirlo, muriendo entre sus muros, tras un asedio de más de siete meses en el que los zamoranos resistieron con valor el cerco sometido, naciendo de ahí la conocida frase “NO SE GANÓ ZAMORA EN UNA HORA”. El asesinato del monarca es recordado por el “Portillo de la Traición”, el cual, según la tradición, fue atravesado por Bellido Dolfos, perseguido por El Cid tras cometer el crimen. Es de resaltar la curiosidad del nombre de “traición”, pues fue lo que permitió a la ciudad librarse del cerco y del asedio.
Enrique IV intitula como “La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Zamora”.
Perdona por todo este rollo, pero me he desmelenado por la mañana y ya ves lo que ha salido.
Saludos cordiales de tus siempre amigos Josefina y Luisma.